Y casi siempre es el más demandado en el mercado al solicitar en los establecimientos comerciales el tipo mismo que lleva por nombre “tamaño carta” (los hay “oficio” y “extra-oficio”, usados para desplegar impresiones que demandan formatos más amplios por el contenido del asunto a imprimir: mapas, dibujos, cuadros, gráficos, planos, etc.). Lo cierto es que, de ordinario, se usa aquel tipo de papel, siendo este suficiente en calidad y tamaño para imprimir y presentar muchos oficios, incluso de forma manuscrita; pero, repetimos, no en toda circunstancia.
Es el caso de las cartas emitidas para invitar a ciertas personalidades de peso político, económico, social, religioso o cultural a que asistan a determinados eventos. A un alcalde, gobernador de estado o provincia, ministro gubernamental, destacada figura nacional del deporte, la religión, la cultura o al líder político de notable influencia, es preferible y recomendable dirigirle aquella invitación impresa en el denominado “papel hilo”, versión más costosa de papel para carta elaborada con un material más lustrado, firme, grueso, de mayor calidad por su durabilidad y que, por sí mismo, representa a simple vista no solo un asunto de etiqueta (que lo es), sino un mensaje implícito al destinatario: “recuerde que este tipo de papel no lo usamos para enviarle cartas a ‘cualquier’ persona”. También se aplica esta excepción en cartas de invitación a un matrimonio (¡también vale para el divorcio!), boda, bautizo o cumpleaños, cena o reunión social especial, tanto por el motivo o tema a tratar como por sus invitados. En toda oficina de institución pública o privada, siempre resulta prudente adquirir y reguardar por lo menos una (1) resma de este tipo de papel para carta, junto con las de mayor uso… no vaya a ser que alguna ocasión lo demande y no se tenga a mano.
