La carta para felicitar al trabajador del mes

Durante las últimas décadas, y como parte de una política institucional o empresarial de incentivos laborales, en muchos espacios de trabajo se instrumentó el otorgamiento del honor como “Trabajador(a) del Mes” a favor de algún(a) empleado(a).
La carta para felicitar al trabajador del mes

Muy bien. Casi siempre la noticia ha sido comunicada por medio de carta y publicada en cartelera. Y aunque, en algunos casos, el nombramiento solo mostraba repercusiones morales o espirituales de estricta incidencia curricular, de cara a la acumulación de méritos para un posible ascenso en el futuro, pasó luego, de forma progresiva y con impacto inmediato, hacia el otorgamiento de beneficios materiales, sin menoscabo del primer logro. Esto último puede traducirse en la asignación coyuntural de un bono en metálico, o una bolsa con alimentos, o el pase a eventos con algunos gastos cancelados; vacaciones con ventajas para quien acumule, durante el último año, más méritos como Trabajador(a) del Mes, etc. Pero, ¿como decirle por escrito al aventajado(a) que resultó merecedor(a) de este beneficio? ¿De forma tan seca como concisa: “Eres el trabajador(a) del pasado mes”? No, ¿verdad? Este(a) empleado(a) merece una mayor inspiración por parte del (la) patrono(a) o su jefe(a) de personal, recursos humanos o talento humano.

            Hágase una carta con la estructura tradicional (membrete, fecha, destinatario... pero con un saludo un tanto fuera de lo común: en nombre de todo el personal directivo, de servicios de la empresa o institución y, en particular, de su principal o máximo gerente, director, coordinador o como se le denomine de forma oficial). El desarrollo debe ser una expresión sincera y emotiva de regocijo, reconocimiento, reivindicación, resalte y felicitación por el rendimiento laboral mensual del (la) trabajador(a) objeto del mensaje, sin ocultar la inmensa satisfacción de la jefatura. Se finaliza con una despedida calurosa en la que no deje de sembrarse la esperanza patronal en que el (la) destinatario(a) emule su destacada conducta durante el restante tiempo de servicios a favor del organismo. En definitiva, no deben ahorrarse expresiones enaltecedoras a favor de este(a) triunfador(a) de coyuntura.

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