
Ideas para redactar una carta de renuncia

¿Carta sí o carta no?
Cuando estamos dispuestos a renunciar a nuestro actual empleo, o, simplemente, la idea de disolver nuestra relación laboral con la empresa donde nos estamos desempeñando ya ronda nuestra cabeza, hay algunas cosas que debemos tener en cuenta. En primer lugar, la carta no es el primer paso en la renuncia. Antes de redactar un modelo de carta de renuncia irrevocable, has de transmitirle todas tus inquietudes a tu jefe o superior inmediato. Esto debe hacerse de manera personal. Cuidar el detalle de evitar una renuncia intempestiva, puede cerrarte muchas puertas y oportunidades en tu futuro laboral.
Mantén un diálogo con tu jefe, explícale las razones por las que harás tu solicitud de renuncia al trabajo. Si estás disconforme con la empresa, presenta al problema de manera positiva en donde le aportes a tu jefe una visión que él pueda tomar. Recuerda que una vez que te vayas, esa empresa será parte de tus referencias laborales.
Aunque tu sepas que es una renuncia irrevocable, nunca la presentes de esa manera, no sabes si en las vueltas de la vida deberás volver a trabajar a esa empresa. Es importante, siempre, dejar puertas abiertas detrás de uno mismo.
Evita que tu renuncia sea intempestiva, si te vas de un día para el otro, no darás tiempo a la empresa en trabajar sobre tu reemplazo y esto, posiblemente, pulverizará tu reputación. En la reunión con tu jefe, pueden acordar todos los pasos que darán juntos hasta tu desvinculación definitiva. Esto es muy apreciado en las empresas.
Ahora sí…la carta
Cualquier modelo de carta de renuncia irrevocable, o no guarda más o menos las mismas características. La carta debe estar dirigida a una persona de la empresa en particular, habitualmente es al gerente de recursos humanos. Es decir, lugar y fecha, junto con el destinatario es una formalidad que debe cumplir la carta de renuncia.
El cuerpo de la carta es donde debe estar enfocado tu interés por expresar todo lo que quieres decir de manera correcta. Si ya has mantenido una conversación con tu jefe directo, en la cual le has comunicado todos los motivos por los cuales vas a presentar una carta de renuncia al trabajo. El cuerpo de la misma no tiene que entrar en tantos detalles. Si las razones por las cuales renuncias, son porque te vas a otra empresa, simplemente di que renuncia por “razones de índole profesional”. Si la renuncia está motivada por problemas personales, sólo dilo: “motivan esta renuncia, razones de índole estrictamente personales”. Los detalles, ya los conocerá tu jefe.
El cuerpo de la carta debe ser muy concreto al señalar el nombre del puesto al que renuncias. Lo mismo ocurre con la fecha, a partir de la cual se hará efectiva la desvinculación. Estos son datos importantes que debe contener el cuerpo de la carta.
Pero, además de las formalidades, no olvides agradecer tu experiencia y tránsito por esa empresa y, por último, antes de cerrar el cuerpo de tu carta, solicita que se te entregue toda la documentación de desvinculación, en tiempo y forma.
En algunos países, el requisito formal de la carta de renuncia al empleo, no es suficiente. Existen disposiciones para presentar renuncias con elementos de valor fedatario, por ejemplo, el telegrama de renuncia o la Carta Documento de Renuncia, que en determinados casos deben hacerse por medio del sistema postal oficial de cada país. No olviden tener en cuenta esto, ya que este detalle puede ocasionar la pérdida de beneficios o que la renuncia no sea tomada como válida y consideren un abandono de puesto de trabajo, pasible de una cesantía.
Consideraciones finales
Al considerar la posibilidad de presentar una renuncia irrevocable, o simplemente una carta de renuncia al empleo, estas tomando una decisión demasiado trascendente. Es por ello, que más allá de las formalidades que significa renunciar al trabajo. Esta decisión debe ser meditada. La carta de renuncia es como presionar el botón “confirmar” luego de haber apretado el botón “delete”. No se puede volver atrás.
Pero si tu decisión es meditada, analizada hasta el último detalle, pues, adelante, pero hazlo desde una posición de altura laboral y personal. Donde quede resaltado el rol que has cumplido en la empresa de la cual te desvinculas. Trata de dejar en ella sólidas relaciones. Esto no sólo tiene que ver con la posibilidad de volver, sino con el hecho que mañana podría ser tu jefe quien de un salto de calidad hacia una nueva empresa, y tal vez, decida confiar en ti y llamarte para que lo acompañes en esta experiencia laboral, convirtiéndose para ti también en un crecimiento laboral.
Asegúrate siempre, al presentar una carta de renuncia, que ésta abre puertas hacia el futuro y no que las cierre detrás de ti. Tu actitud, comportamiento y, finalmente, tu carta pueden ser factores profundamente proactivos en tu vida laboral, sólo tienes que saber utilizarlos.
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